Esta será nuestra herramienta de trabajo para comprender y apreciar lo más profundamente posible la figura y la obra del escritor Leopoldo Alas "Clarín".

Canciones de Madrid


LA PUERTA DE ALCALÁ (ANA BELÉN)





Acompaño a mi sombra por la avenida,
mis pasos se pierden entre tanta gente,
busco una puerta, una salida
donde convivan pasado y presente...
De pronto me paro, alguien me observa,
levanto la vista y me encuentro con ella
y ahí está, ahí está, ahí está
viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
Una mañana fría llegó Carlos III con aire insigne
se quitó el sombrero muy lentamente
bajó de su caballo con voz profunda
le dijo a su lacayo: ahí está la Puerta de Alcalá
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

Lanceros con casaca, monarcas de otras tierras,
fanfarrones que llegan inventando la guerra,
milicias que resisten bajo el "no pasarán"
y el sueño eterno como viene se va
y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá.

Todos los tiranos se abrazan como hermanos,
exhibiendo a las gentes sus calvas indecentes,
manadas de mangantes, doscientos estudiantes
inician la revuelta son los años sesenta
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

Un travestí perdido, un guardia pendenciero,
pelos colorados, chinchetas en los cueros,
rockeros insurgentes, modernos complacientes,
poetas y colgados, aires de libertad
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

La miro de frente y me pierdo en sus ojos,
sus arcos me vigilan, su sombra me acompaña,
no intento esconderme, nadie la engaña,
toda la vida pasa por su mirada
Miralá, míralá, miralá, míralá,
la Puerta de Alcalá
Miralá, míralá, miralá, míralá,
la Puerta de Alcalá.
Fuente: musica.comLetra añadida por lau_vico
Ana Belén

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID (ANTONIO FLORES/JOAQUÍN SABINA)





Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.

Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.

Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.

Los pájaros visitan al psiquiatra,
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid.

El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.

Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid.

(Cuando la muerte venga a visitarme,
no me despiertes, déjame dormir
aquí he vivido, aquí quiero quedarme
pongamos que hablo de Madrid.)

VAYA, VAYA, AQUÍ NO HAY PLAYA (LOS REFRESCOS)



Podéis tener Retiro, Casa Campo y Ateneo,
podéis tener mil cines, mil teatros, mil museos,
podéis tener Corrala, organillos y chulapas,
pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya!,
aquí no hay playa.
¡Vaya, vaya!
No hay playa.
¡Vaya, vaya!
 
Podéis decir a gritos que es la capital de Europa,
podéis ganar la Liga, podéis ganar la Copa,
afirmaréis seguros que es la capital de España…
Podéis tener hipódromo, Jarama y Complutense
y , al lado, la Moncloa donde siguen los de siempre,
podéis tener el mando del imperio en vuestras manos,
pero al llegar agosto y el verano…
Podéis tener la tele y los 40 Principales,
podéis tener las Cortes, organismos oficiales,
el Oso y el Madroño, Cibeles, Torrespaña…
 
¡Escucha, Leguina!
Podéis tener Movida ¡hace tiempo!,
Movida promovida por el Ayuntamiento,
podéis rogar a Tierno
o a Barranco o al que haya,
pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya!…


EN LA PUERTA DEL SOL (MECANO)



En la Puerta del Sol 
como el año que fue 
otra vez el champagne y la uvas 
y el alquitrán, de alfombra están. 

Los petardos que borran sonidos de ayer 
y acaloran el ánimo 
para aceptar que ya, pasó uno más. 

Y en el reloj de antaño 
como de año en año 
cinco minutos más para la cuenta atrás. 
Hacemos el balance de lo bueno y malo 
cinco minutos antes 
de la cuenta atrás. 

Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes 
y alguno que otro 
cura despistao. 

Entre gritos y pitos los españolitos 
enormes, bajitos hacemos por una vez 
algo a la vez. 

Y en el reloj de antaño 
como de año en año 
cinco minutos más para la cuenta atrás. 
Hacemos el balance de lo bueno y malo 
cinco minutos antes 
de la cuenta atrás. 

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos 
a los que ya no están echaremos de menos 
y a ver si espabilamos los que estamos vivos 
y en el año que viene nos reímos. 

1,2,3 y 4 y empieza otra vez 
que la quinta es la una 
y la sexta es la dos y así el siete es tres. 


Y decimos adiós 
y pedimos a Dios 
que en el año que viene 
a ver si en vez de un millón 
pueden ser dos. 

En la Puerta del Sol 
como el año que fue 
otra vez el champagne y las uvas 
y el alquitrán de alfombra están. 



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